24 de mayo de 2012

Me gustan los libros desde que tengo uso de razón...


Me gustan los libros desde que tengo uso de razón. Siempre me ha gustado leer, desde niña, cuando estaba enferma y mi abuelo me traía revistas de historietas que devoraba en minutos, desde que hojeaba las enciclopedias y libros que había en mi casa. Ya en el colegio leía mínimo tres veces los libros que me pedían y se los contaba a mis compañeros que no gustaban de la lectura. Amo las letras y, en la adolescencia, escribí poesía durante varios años. Fue en ese momento, inspirada por mi profesor de castellano del liceo que quise estudiar Pedagogía en Lenguaje y Comunicación. Sin embargo, por inmadurez y malos consejos, dejé la carrera en primer año, aun pensando en la educación y la lectura como un medio de desarrollo de la creatividad, de la imaginación, de la realización de sueños y de mejorar la calidad de vida de muchos niños…
Pensando en otra forma de encontrarme y de autodescubrirme para así poder ayudar a los demás, fue que estudié cuatro años de psicología, orientando mis anhelos hacia la psicología educacional. Sin embargo, nuevamente mi inmadurez y algunos problemas personales hicieron que abandonara mis estudios. No fue una etapa fácil, cada año que pasaba en la universidad se me hizo más cuesta arriba por no poseer hábitos de estudio que me ayudaran a superar todos los ramos con éxito. Mas, a pesar de estas dificultades, descubrí nuevamente el mundo de los libros al trabajar como ayudante de biblioteca en la misma universidad. Fueron cuatro años en los que mi gran motivación era ayudar a mis compañeros a encontrar el mejor texto, en que re-descubrí lo importante de la lectura, en los que compartí con mis amigas bibliotecólogas lo hermoso de su profesión deseando cambiar el foco de mis anhelos profesionales y compartir su pasión por la educación y los libros.
En esta búsqueda se dio la posibilidad de estudiar con beca completa una carrera en un reconocido instituto profesional en el que no existen carreras relacionadas con mis áreas de interés. Es por esta razón que me decidí por la Ingeniería en Informática por dos razones: el manejo de la información y la posibilidad de aprender sobre nuevas tecnologías.
En este momento estoy en proceso de titulación y anhelo poder mezclar todas estas vivencias y los conocimientos que he ido adquiriendo en pro de la educación y el fomento lector.
Estoy casada, tengo dos hijos pequeños (Diego de 6 años y Felipe de 4 meses). Con ellos y por ellos deseo desarrollarme en esta área. Me emociona ver a mi hijito mayor ir con ganas a la pequeña biblioteca de su colegio y pedir cada semana un libro para compartir con nosotros y contar con entusiasmo las historias que cada noche leemos para él. Veo como su imaginación y su creatividad se desarrollan con cada página y como se esfuerza por aprender pronto a leer. 
Quiero eso para más niños, no solo para ellos...

9 de enero de 2012

Reflexiones y Propósitos

Hoy cumplí 32 años y creo que llegó el momento de hacer algunas reflexiones y proponerme algunos cambios...
Ha sido un tiempo largo de mucho estrés producto de mis estudios, principalmente, pero por sobre todo de mi poco manejo de los problemas, no sé reaccionar de forma adecuada. Es así como ahora descubro que siento una amargura que se ha vuelto constante, que se manifiesta en cambios bruscos de ánimo, apareciendo fácilmente la ira frente a cualquier circunstancia que me mueva el piso, por mínima que sea. He reaccionado de mala forma con quienes me rodean, especialmente con mi familia y seres queridos, siendo y mostrándome totalmente intolerante ante lo que yo considero está mal, intentando imponer mis ideas a la fuerza... Con esto me siento amargada y vieja, como esas personas que ves quejándose de todo lo que les pasa y de que su vida fue y es una mierda, sin poder ver el lado positivo de nada y sintiendo que no han logrado nada bueno. Y apenas tengo 32 años, no puedo pensar de esa forma, me hace daño a mí y a quienes me quieren... No quiero que mis hijos aprendan esa forma de ver la vida desde pequeños... Así es que DEBO cambiar de actitud, debo dejar de lado la amargura, debo pensar antes de actuar o decir, debo sentirme feliz por lo que tengo y por los pequeños logros que vaya alcanzando... DEBO MADURAR y QUIERO hacerlo...
No será fácil, lo sé... no es fácil cambiar algo que está incrustado en nuestra forma de ser por tanto tiempo, pero debo intentarlo, quiero cambiarlo poco a poco y espero poder hacerlo. Por mi esposo Daniel, por mi Diego, por Felipe que nacerá en pocos días, por mi mamá, por mis abuelos, tíos, primos, suegros, cuñados, sobrinos, amigos... POR MÍ.
Estoy subiendo en un nuevo engranaje!

2 de enero de 2011

sin balance por ahora

No he tenido (no me he dado) tiempo para hacer un balance que abarque todo lo que me pasó durante el año que recién acaba de irse... tampoco he reflexionado acerca de mis actitudes ante los acontecimientos, sobre las experiencias ganadas, sobre los sentimientos, sobre las palabras, sobre los silencios del 2010...
Quiero hacerlo y espero darme al menos una tarde, después de terminar mi práctica en febrero, para mí, para reflexionar frente al mar como me gusta y solía hacer hace tiempo.
Lo único que sé es que tengo muchas esperanzas puestas en este 2011... se vienen muchos sucesos importantes para mí y mi familia y tengo fe en que saldrán bien.
El balance 2010 queda para la próxima entrada!