MI VIDA EN ESTOS 9 MESES

Este es un megaresumen de lo que me ha pasado en estos 9 meses de la vida del Diego... tiene de dulce y de agrio...

DE CÓMO UN HIJO NOS CAMBIA LA VIDA

1° parte
Así es. Nunca pensé que la llegada del Diego a este mundo podría traerme tantos cambios… Sabía de antemano que tendría un ser humano totalmente indefenso a mi cargo. Una gran responsabilidad!!!
Todo empezó cuando estaba embarazada y planeaba cómo iba a hacer para seguir con mis estudios de psicología, con el trabajo en el sistema de bibliotecas de la U y, a la vez, ser una excelente esposa, madre, dueña de casa, etc.…
Nació Diego el 3 de marzo de este año. Lo que sería un parto normal se transformó en cesárea cuando no había forma de que tremenda guagua hiciera su viaje al exterior de la forma más natural posible. Al verlo me enamoré de él y, tras unos días de convivir con mi hijito, decidí que congelaría mis estudios y mi trabajo por un semestre.
[Debido a eso no di un examen que me permitiría por fin tomar ramos de cuarto año de la carrera… nuevamente en 3º y con cinco años de estudio]
Ya avanzados los meses y dándome cuenta de mi fobia por volver a la U, con continuas pesadillas, dolor de estómago cuando pensaba que tenía que volver a psicología y una angustia que exclusivamente se presentaba al recordar mi regreso, opté por dejar la carrera… UFF!!! 5 AÑOS DE MI VIDA PERDIDOOOOOOOOOOS EN ALGO QUE NUNCA ME CONVENCIÓ!. Cerca de 7 millones de pesos que tendré que pagar por una carrera que nunca sentí mía, pero que tontamente perseguí pues pensaba en lo que opinaría mi familia, mis amigos y los demás. Sigo temiendo un poco a eso, pero con la llegada del Diego me siento más preparada para enfrentar las críticas por las dos carreras universitarias y la del liceo que no he sido capaz de terminar… Mi BÚSQUEDA ETERNA sigue… aún no tengo claro para qué sirvo, en qué profesión me sentiría realizada. Creo que primero debo sanar algunas heridas, perdonarme, aceptarme, amarme… Gracias a Dios tengo el apoyo incondicional de mi marido, de mi familia, ojala de algunos a quienes aún considero mis amigos y la fuerza y felicidad que me da el despertarme cada día con la sonrisa de mi hijo…

2° parte
Estos han sido los 8 meses más extraños de mi vida… he pasado por tantos sentimientos contradictorios que por momentos pensé que podría mandar todo a la mierda de impotencia y en otras muchas ocasiones me he sentido la mujer más bendecida y feliz de este mundo… Es extraño ser mamá, sobre todo para una persona como yo con tan poca paciencia y autocontrol, pero gracias a Dios he sobrellevado todas las pataletas de mi hijito jajaja, pero las consecuencias las ha sentido Daniel… Agotadísimo del trabajo y sus estudios, durmiendo en promedio 4 o 5 horas diarias gracias al Diego, preocupado por su futuro laboral, por nuestra situación económica, por mis continuas rabietas, por su papá… en fin, con tanto enredo en su cabeza y yo desquitándome con él. Este último tiempo me ha molestado de sobremanera su desorden, su falta de iniciativa, su pasividad, su agotamiento… ¿por qué él puede estar cansado y yo no? ¿Por qué no tengo derecho a quedarme acostada hasta la hora que yo quiera, o simplemente sentarme horas a ver tele, leer o hacer nada? ¿Acaso las mamás no tienen derecho al descanso? Pues parece que no, más aún cuando su marido está pésimo. Pero, pese a que conozco la condición actual de mi marido, en los momentos más inesperados, cuando se me atraviesa una situación que me descalibra descargo toda mi furia contra él, quien pacientemente me aguanta… Tanto es mi rollo hormonal (porque estoy segura que es una mezcla de insatisfacción propia y de enredos hormonales) que he llegado a pensar en mandarme a cambiar con el Diego, en tener un matrimonio-pololeo, un “juntémonos cada vez que podamos, pero sin los problemas de vivir juntos”… QUE PENDEJERÍA! Primera crisis matrimonial y yo como siempre quiero arrancar… ¿será que toda mi vida me dedicaré a hacerme a un lado de los problemas, a huir como la cobarde que siento que soy? En fin! En estos momentos pienso que no puedo ser tan gallina, que a pesar de algunas cosas negativas que he tenido que pasar, tengo la vida que siempre quise tener y una familia maravillosa… NO PUEDO SER TAN COBARDE!!! Tengo que luchar por superar mis temores, por enfrentar los problemas que aún son mínimos, pero que si no puedo con ellos ahora siento que mejor me pego un tiro porque no sirvo para vivir…
Acá es donde aparecen los egoísmos, los intereses particulares y se pone a prueba la empatía, el ponerse en el lugar del otro, el amor y yo amo al hombre con quien decidí pasar toda mi vida. Ahora entiendo que no será tan fácil, entiendo lo que me dijo Daniel hace un tiempo: el amor es una decisión: yo decido cada día amar al otro pese a todos los defectos que pueda encontrar en él, pese a todos los problemas que podamos tener, pese a sentirme mal conmigo misma, pese a todo lo que pueda poner en peligro ese amor yo decido dejar de lado mis temores, mis dolores, mis egoísmos… y abandonarme a ese Amor que me llena de felicidad, que mueve mi vida… Es complicadísimo vivir en pareja, más aun cuando no alcanzamos a acostumbrarnos a ser dos cuando ya éramos tres. Como ya lo he dicho la llegada del Diego a nuestras vidas ha sido la vivencia más maravillosa que he vivido y sé que para Daniel es igual. No cambiaríamos la experiencia de ser padres por nada del mundo, pero la armonía se pierde cuando entra un tercero al cuento y cuesta para encontrar la armonía entre los tres… Bueno, estamos en búsqueda de esa armonía y de a poco la estamos logrando, a costa de sacrificios, de algunos malos ratos, de pequeñas tristezas y muchísimas alegrías. Tengo fe en que vamos a saber superar esta etapa, en que voy a saber levantarme pese a que muchas veces solo quisiera apagarme, dormir y dormir por mucho tiempo y solo despertar cuando ya esté todo solucionado, pero como ya dije, mi vida, a pesar de todo, es maravillosa… solo con saber que mi hijo y mi amorcito están vivos basta para que sea feliz.

3° parte
Me acabo de dar cuenta de lo alejada que estoy del resto del mundo… Sé poquísimo de las vidas de los que considero mis amigos. Además me di cuenta que no pertenecí al mundo de Psicología.
Todo esto salió desde el fondo de mis pensamientos y sentimientos al enterarme que mis amigos se titularon y que ni supe… esto, por supuesto, me hace ver lo poco comprometida que estuve con ellos, con la escuela, con la carrera. Más aún, si pienso en qué es lo que extraño de estudiar psicología lo único que se me viene a la mente es trabajar en la biblioteca y principalmente las instancias que se daban para compartir con quienes trabajé ahí. Siento que aproveché mi relación con las “chiquillas” de la oficina. No así con la Vicka, Javier, Mary, Pollo, B, y algunos otros. A ustedes “amigos” (y lo escribo entre comillas no porque no los considere mis amigos, sino por lo poco que les di de mi) les pido perdón por ser un alma en pena en sus vidas, por aparecer y desaparecer tan fugazmente que ni siquiera sé si dejé alguna huella importante para ustedes; por no ir a sus cumpleaños y limitarme a un saludo apurado; por restringir mi relación con ustedes a un cruce de palabras en los recreos; por no aparecerme cuando defendieron su seminario, su práctica, cuando consiguieron su primera pega ni cuando recibieron el preciado título de psicólogos… Me duele no haber aprovechado esos momentos en que ustedes cultivaban su amistad, la que perdura hasta ahora y que sé durará por mucho tiempo. Yo en cambio siento que quedaré en la memoria de algunos por algún tiempo como la compañera buena onda (eso espero) con la que compartieron al menos su matrimonio… De todas formas sepan que solo por ustedes, por la gente de la biblioteca y por muy pocas personas más… es que lamento no haber seguido en la escuela… La carrera de Psicología me la echo al bolsillo como tantas otras.

p.d.: Desahogo llorón… no es mi intención que piensen “pobre Fran!”, tómenlo como lo que es: un desahogo.